Rutas de senderismo en la Ribagorza

Los espectaculares paisajes naturales son los protagonistas de esta bella comarca oscense, paisajes que se pueden apreciar realizando rutas de senderismo para todos los niveles: de los paseos más tranquilos a las ascensiones más llenas de adrenalina.

El Valle de Benasque

El valle de Benasque ofrece unos pueblos encantadores de piedra y teja, unos espacios naturales inigualables repleto de cascadas, ibones y senderos para todas los niveles. Una de las rutas más conocidas y espectaculares es la que llega hasta la cascada de la Cola de Caballo. 

Las rutas familiares también son las protagonistas por la zona: Ya sea dando agradable paseo por el pueblo medieval de Benasque, localidad que da nombre al valle; o bien realizando pequeñas excursiones accesibles para todos como es la circular del embalse de Linsoles: Este itinerario familiar se inicia en el puente de Eriste, un pequeño pueblo de la localidad de Sahún. La ruta bordea el embalse de Linsoles y su embarcadero hasta alcanzar la presa. Una ruta de aproximadamente 3 horas de duración y con una distancia de 8km es muy accesible y el desnivel muy suave, por lo que se puede realizar con niños de todas las edades. 

Los senderos del río Isábena

Para aquellos que visitéis la Ribagorza con niños, el mirador del Isábena es una ubicación ideal para disfrutar con ellos. Con una distancia de 500 metros y una ruta construida y diseñada para personas con movilidad reducida e invidentes, dispone de diferentes elementos para facilitar la movilidad y la interpretación sensorial (11 carteles informativos en braile). Además, el parking ubicado en el alto de Bonansa, dónde empieza la ruta, es también accesible para personas de movilidad reducida. 

A la mitad del camino del mirador del Isábena se encuentra el inicio de la ruta hasta el mirador de Ansuilo, una pequeña excursión de 5,5 km ida y vuelta y muy poco desnivel en la que encontraremos caminos muy accesibles y sin ningún tipo de complicación. La duración aproximada de ida y vuelta es de dos horas, por lo que los niños la pueden realizar sin ningún tipo de problema y seguro que disfrutarán tanto como vosotros de las espectaculares vistas del mirador. 

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